EUROPA
PRESS
10 mayo
2018
Así
activa el ejercicio a la grasa 'buena'
El poder del ejercicio para impulsar el
metabolismo podría surgir de una molécula de grasa con una fuente inesperada.
En un nuevo estudio dirigido por Kristin Stanford,
del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de
Ohio, en Estados Unidos, se demostró que un lípido liberado de grasa o lipoquina, producido por la grasa marrón - también conocida
como grasa parda o grasa 'buena', aumenta en el torrente sanguíneo después del
ejercicio.
La coautora principal del estudio, Laurie
Goodyear, del Centro de Diabetes Joslin
y la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos,
detalla los resultados de su investigación en un artículo que se publica en la
revista 'Cell Metabolism'.
La grasa marrón se diferencia de la grasa blanca ordinaria
en su capacidad para generar calor. Es lo que hace que los osos en hibernación
estén calientes y se sabe que es un potente quemador de calorías, por lo que
algunos la llaman grasa buena.
Hasta 2009, los científicos pensaban que la grasa marrón
solo estaba en los bebés humanos, que se benefician de su naturaleza de
calentamiento. Pero en los últimos años, la grasa marrón ha sido reconocida
como una pequeña parte de las reservas de grasa de los adultos y se ha
convertido en el foco de los investigadores que buscan entender mejor el
metabolismo.
"Antes de este redescubrimiento del papel de la grasa
marrón, estábamos centrando nuestros esfuerzos en el tejido adiposo blanco, la
grasa que la mayoría de la gente piensa cuando piensa en la obesidad y las
formas de mejorar la pérdida de peso", afirma Stanford.
En la nueva investigación, dos grupos de estudio se
sometieron a análisis de sangre para evaluar los cambios en sus lípidos después
de episodios de ejercicio de intensidad moderada. Un grupo montó en una
bicicleta estacionaria durante 40 minutos; el otro corrió en una cinta de
correr durante 45 minutos. Los 56 participantes fueron personas de diferentes
edades y niveles de actividad.
"Una lipoquina se sitúa en lo
más alto", dice Stanford, científico del Centro de Investigación de
Diabetes y Metabolismo del Estado de Ohio. Los investigadores encontraron un
patrón consistente de niveles crecientes de una lipoquina
llamada 12, 13-diHOME post-ejercicio. Esa molécula de
grasa se había relacionado previamente con la exposición a temperaturas frías.
La grasa marrón
indica al músculo que tome más ácidos grasos
"Sabemos que el ejercicio es bueno para el metabolismo,
pero no entendemos completamente por qué es a nivel celular. Este estudio
muestra que la quema de grasa marrón y este lípido en particular probablemente
desempeñan un papel importante", dice Stanford, profesor asesor de
Fisiología y Biología Celular en el estado de Ohio.
La mayoría de las investigaciones sugieren que el ejercicio
no aumenta la capacidad de la grasa parda para absorber combustibles como
carbohidratos y grasas, ni el ejercicio eleva la capacidad de la grasa parda
para quemar más calorías, y esto tiene sentido porque se necesitan combustibles
en lugar de músculos ejercitándose para quemar calorías rápidamente, señala Goodyear.
"Es fascinante que en lugar de quemar calorías durante
el ejercicio, que es lo que ocurre con la exposición al frío, la grasa marrón
esté funcionando para indicar al músculo que tome más ácidos grasos para usar
como combustible -detalla--. Durante el ejercicio, todos los diferentes tejidos
metabólicos, sorprendentemente incluidos los tejidos grasos, se 'hablan' entre
sí, lo que permite que los músculos usen energía, se contraigan y rindan".
Para confirmar la conexión con la grasa marrón, Stanford y
sus colegas realizaron un estudio en ratones. Cuando los animales hicieron
ejercicio, también tuvieron niveles elevados de lipoquinas
en sus torrentes sanguíneos. Pero después de la eliminación quirúrgica de las
reservas de grasa parda de los ratones, no hubo evidencia de un aumento
inducido por el ejercicio en la molécula de grasa, un hallazgo que sugiere que
la grasa marrón es la fuente de la lipoquina, destaca
Stanford.
"Esto muestra que estas lipoquinas
pueden ser reguladas por el ejercicio y resalta un nuevo rol que la grasa
marrón podría tener en los beneficios metabólicos del ejercicio", apunta
Stanford, quien agrega que los resultados fueron sorprendentes porque estudios
previos han demostrado que el ejercicio conduce a una disminución en la
actividad de la grasa marrón.
Esos trabajos encontraron que la grasa marrón consume menos
glucosa durante el ejercicio, lo que tiene sentido porque probablemente no
necesita combustible durante el ejercicio, argumenta. En esta nueva
investigación, se muestra que las moléculas de grasa se liberan durante el
ejercicio. La esperanza de Stanford es que esto establezca un nuevo papel del
ejercicio para mejorar la salud.
A partir de ahora, esta investigadora quiere determinar el
mecanismo de funcionamiento de esta lipoquina. Los
investigadores esperan que un día este trabajo pudiera conducir al desarrollo
de nuevos productos farmacéuticos para imitar los efectos del ejercicio con el
fin de mejorar la función muscular, disminuir los niveles de lípidos en la
sangre como los triglicéridos y quemar más energía para ayudar a tratar la
obesidad y la diabetes tipo 2.